¿POR DONDE EMPEZAR?
1. Nuestro cuerpo tiene que descansar. Si nos descansamos siempre tendremos ese sentido de agotamiento y vagueza diaria, descansar para así poder recuperar.
2. Llevar a cabo pequeños ejercicios que eviten estancarnos en nuestro día a día, por ejemplo: si estamos expuestos a periodos largos de tiempo frente al ordenador, una buena estrategia sería levantarnos cada hora y realizar un pequeño paseo por casa o simplemente realizar unas sentadillas, con esto lograremos movilizar nuestro cuerpo y activar nuestros músculos para que nuestro organismo se estimule y despierte. Sí la tarea que estás realizando no tiene la necesidad de realizarse sentado, como por ejemplo leer, escribir o llamar por el móvil… aprovecha para hacer un paseo o mantenerte activo mientras.
3. A la hora de desplazarnos coger la rutina de cambiar el coche por la bicicleta o ir caminando de casa al trabajo, al ir al gimnasio, a alguna cita… con ello realizaréis ejercicio aeróbico sin daros cuenta y estaréis promoviendo un estilo de vida activo. Si no tenéis otra opción, también puedes cambiar las escaleras por el ascensor, así sumareis más minutos de actividad.