Refiriéndonos a los aspectos físicos, el calentamiento nos permite dar elasticidad a los músculos, dar tonicidad, elevar nuestro riego sanguíneo… pero también juega un papel muy importante en el apartado psicológico, preparando a nuestra mente para el futuro esfuerzo que vamos a hacer.
Además ayuda evitar las sensaciones de estrés que experimentamos al afrontarnos a situaciones importantes, sobretodo antes de una competición, a demás de mejorar la disposición psicológica, mejorar la percepción sensorial y la atención, y reforzar las conexiones entre el músculo y cerebro.
Como hemos dicho con anterioridad, el calentamiento es una parte fundamental en nuestras sesiones de ejercicio físico, en la que prevenimos todo tipo de lesiones, desde esguinces hasta roturas de fibras musculares, por ello debemos realizar un calentamiento de calidad y optimizarlo todo lo posible.
Por lo tanto, debemos hacer siempre un calentamiento previo: